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El alquiler de una vivienda vacacional tiene una multitud de ventajas. De hecho, se está convirtiendo en una de las formas más rentables de obtener ingresos y que más está creciendo.
Sin embargo, esto también conlleva el hecho de dejar entrar en tu vivienda a todo tipo de personas, pudendo crear cierto desasosiego a los propietarios de viviendas vacacionales. Para evitar ciertos problemas que podrían surgir, como desencuentros con los vecinos, rotura de mobiliario u otros problemas de este estilo, los propietarios suelen poner ciertas normas de alquiler vacacional en este 2023.
A continuación, vamos a hablar sobre ciertas reglas que toda vivienda vacacional debería tener y sobre cómo una compañía de gestión de alquiler vacacional en Sevilla u otras provincias puede ayudarte.
Guía 2023 de normas de alquiler vacacional
Por supuesto, hay que tener en cuenta que cada propietario es diferente y cada persona puede ser más o menos firme en las reglas que quiere establecer en su vivienda. Además, siempre deberemos de adaptarnos a la zona donde se ubique nuestra vivienda y a las reglas comunes de esa ciudad o comunidad autónoma.
Pero en esta ocasión, nos vamos a centrar en las normas más básicas que se deben cumplir en todos los lugares.
Normas sobre ruido en las horas de descanso
Uno de los mayores problemas que quieren evitar los propietarios de viviendas vacacionales son los altercados con los vecinos y con las autoridades. Hacer ruido a deshoras o crear problemas con los vecinos es algo que se debería evitar a toda costa.
Por ello, entre las normas de nuestra vivienda, debemos de recalcar la gran importancia de respetar los horarios de descanso – tanto los de siesta como los nocturnos y, así, evitar mensajes o cartas de los administradores de fincas o, peor aún, una posible intervención de la policía.
Si lo vemos conveniente, podemos instalar medidores de ruido que te ayuden a conocer de primera mano lo que está sucediendo en tu vivienda. En caso de hacerlo, debemos informar de ello a tus huéspedes.
Normas sobre el número de personas permitidas en la vivienda
Tiene mucha importancia que no se exceda el número de personas permitidas y contratadas en la reserva de la vivienda vacacional. Por un lado, los preparativos de una vivienda estarán adaptados a un número concreto de personas – especialmente en el número de camas disponibles para alojar a los huéspedes.
En caso de que acudan a la vivienda más personas de las permitidas, puede conllevar una incómoda experiencia para todos ellos, sobre todo si deben de acabar durmiendo en lugares que no hemos preparado para ello, como sofás o sillas.
También es importante dejar claras ciertas reglas sobre el número de personas invitadas que pueden acudir a la vivienda: por ejemplo, en el caso de una fiesta (si es que permitimos realizarlas).
Normas sobre la rotura de muebles u objetos de la vivienda
Este es uno de los puntos en los que suele haber más discordancia entre propietarios y huéspedes. En caso de accidentes con el mobiliario o los objetos de la vivienda, debe quedar bien establecido cuando se tendrá que hacer cargo el huésped del arreglo o del pago equivalente por el objeto roto o deteriorado.
Siempre es buena idea incluir un inventario con todos y cada uno de los objetos de la vivienda que son propiedad del dueño. De esta manera, también se evitarán los posibles hurtos, que son tan indeseados.
Normas sobre el horario en el que se debe abandonar la vivienda
Este puede ser otro de los puntos de desacuerdo más comunes. Especialmente en temporada de verano, en las que la mayoría de viviendas suelen tener más demanda, los propietarios intentan que los huéspedes abandonen lo antes posible la vivienda con el propósito de prepararla para los huéspedes siguientes. Pero los viajeros, en muchas ocasiones, tratarán de aprovechar su reserva al máximo. Por ello, dejar unas normas claras sobre la hora en la que se debe hacer el check-out es muy relevante.
En suma
Una vez dicho todo esto, es interesante destacar que también debemos de guardar un equilibrio y no ser extremadamente rígidos con nuestras normas. Permitir cierta libertad a los huéspedes conseguirá que estos quieran volver y que, además, recomienden la estancia en nuestra vivienda a futuros viajeros.