No había denuncias previas por violencia machista. La crueldad del asesinato de Irina y Mariya.
El estupor y el dolor continúan en Móstoles, en sus vecinos y vecinas, y, especialmente, en el barrio de El Soto. La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género confirmó en la tarde de este martes que no había denuncias previas por violencia machista contra Galin, el presunto asesino. Conforme pasan las horas se van conociendo circunstancias de lo que aconteció en la Avenida Olímpica de Móstoles. La crueldad del asesinato de Irina y Mariya.
Si bien es cierto que no había denuncias, Irina confesó a su entorno que se estaba separando y así lo corroboran fuentes de la investigación. También la mujer había confesado a sus allegados que su todavía pareja se mostraba agresivo con ella. Como explicábamos el mismo lunes el presunto asesino avisó por WhatsApp a unos conocidos de lo sucedido que acudieron a la vivienda y tras no poder acceder a la misma llamaron a los servicios de emergencia. Lo que no se sabía el pasado lunes es que el agresor llevaba varias horas, entre seis y ocho, con los cadáveres de su mujer y su hija en el pasillo. Según la autopsia la primera víctima fue la mujer, Irina, que recibió al menos 10 puñaladas. Después asesinó presuntamente a su hija.
En el hospital
Galin sigue recuperándose de las heridas que se autoinfligió en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda tras acuchillarse en la pierna, el torax y el cuello. En las próximas horas o días se le tomará declaración y será puesto a disposición judicial. El impacto de lo sucedido en el entorno de Irina y Mariya ha sido enorme. Tanto en amigos y amigas de ellas como en el colegio donde estudiaba Mariya. Móstoles no las olvidará y a día de hoy la tristeza y la consternación siguen instaladas en la ciudad.
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