Aumento de precios en frutas veraniegas, un desafío para agricultores y consumidores en Móstoles

Aumento de precios en frutas veraniegas, un desafío para agricultores y consumidores en Móstoles

Cada vez más caras. Aumento de precios en frutas veraniegas, un desafío para agricultores y consumidores en Móstoles

La fruta más veraniega ha comenzado a llenar las fruterías y supermercados de Móstoles, con sandías, melones, melocotones y cerezas como protagonistas. Sin embargo, este año, su precio ha aumentado en comparación con el año pasado, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Osvald Esteve, responsable de fruta de verano en COAG, explica que la subida de precios no solo afecta a frutas como los melocotones, paraguayos, nectarinas y albaricoques, sino a todas las variedades de frutas. Aunque el Índice de Precios en Origen y Destino de mayo no sitúa al melón y la sandía entre las frutas que más se encarecen, la realidad es que su precio se duplica y triplica al llegar al supermercado. El melón ha pasado de costar 0,89€ el kilo a 1,89€, mientras que la sandía ha subido de 0,55€ el kilo a 1,68€.

Esta subida de precios se debe en parte a la presión que ejercen las grandes superficies sobre los agricultores, quienes venden estos productos a un precio muy bajo, una situación que no se refleja en el precio final que pagan los consumidores.

Subida en los tomates

Aumento de precios en frutas veraniegas, un desafío para agricultores y consumidores en Móstoles
Aumento de precios en frutas veraniegas, un desafío para agricultores y consumidores en Móstoles

El tomate, esencial para platos típicos del verano como el gazpacho, también ha experimentado un aumento de precio. Mario Navarro, de La Chulapa Experience, señala que, en su caso, el impacto es menor debido a un acuerdo de precio cerrado con una cadena de supermercados. Sin embargo, los agricultores sin estos acuerdos están enfrentando altos costos en semillas, plantas y abono. Navarro advierte que estos costos, junto con el aumento en el precio de la mano de obra, seguirán incrementándose en los próximos años. Las consecuencias de estos costos crecientes podrían ser graves, ya que algunos agricultores podrían dejar de plantar tomates debido a su elevado coste de cultivo, lo que podría aumentar aún más su precio.

El aumento de precios en frutas veraniegas y tomates es un reflejo de la presión sobre los agricultores y los altos costos de producción. Este desafío afecta tanto a los productores como a los consumidores en Móstoles, quienes deben enfrentarse a precios más elevados en sus productos frescos favoritos de verano.

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