Científicos de la URJC analizan la depuradora de Móstoles buscando contaminantes en el agua

Científicos de la URJC analizan la depuradora de Móstoles buscando contaminantes en el agua

Es una colaboración con el Canal de Isabel II. Científicos de la URJC analizan la depuradora de Móstoles buscando contaminantes en el agua

Móstoles es protagonista del último estudio de la Universidad Rey Juan Carlos en el que se está trabajando en la presencia de posibles contaminantes emergentes. Para ello, una investigación llevada a cabo por la universidad tiene como objetivo la depuradora del municipio analizando las aguas residuales y potables del municipio.

Esto no es algo nuevo, ya que durante la pandemia en el año 2020, los científicos encontraron una forma de anticiparse a los contagios analizando las aguas residuales de las depuradoras. Es habitual en los últimos años investigar sobre la presencia de diversos tipos afecciones que pueda haber en el ambiente. El agua es una de ellas. Por ello, se ha trabajado en la calidad de las aguas subterráneas y los riesgos de contaminación de las reservas en las mismas, algo que tiene un nuevo avance y que afecta a Móstoles de raíz.

Investigación de la depuradora de Móstoles-El Soto

Científicos de la URJC analizan la depuradora de Móstoles buscando contaminantes en el agua
Científicos de la URJC analizan la depuradora de Móstoles buscando contaminantes en el agua

El grupo de Evaluación de los Riesgos Químicos para el Medioambiente y la Salud Humana  de la URJC ha empezado a trabajar en la presencia de contaminantes emergentes, a través de la presencia de antibióticos y genes de resistencia en diferentes depuradoras de la Comunidad de Madrid. El plan es comprobar la eliminación de estas sustancias contaminantes para establecer una contribución a su dispersión en el medioambiente.

Para ello, los investigadores de la URJC están analizando el agua residual existente en la depuradora de Móstoles-El Soto. Esta se encuentra cercana al campus de dicha universidad. La idea es valorar la posible contribución de las aguas residuales de los hospitales cercanos.

Se trata de un proyecto en conjunción con el Canal de Isabel II, la cual se encarga de gestionar 155 depuradoras en toda la región. El principal objetivo que tiene este trabajo es el de detectar si estas sustancias no son convenientemente eliminadas o si están entrando al medio ambiente, contribuyendo así a la presencia de bacterias resistentes.

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