Gracias a estudiantes de biología de la URJC. Buscando soluciones para la invasión de cotorras en Móstoles.
Dicen que el trino de los pájaros es una maravillosa banda sonora. Pero para muchos vecinos el ruido de las cotorras no es agradable más bien es un dolor de cabeza. Esta especie invasora es un problema biológico en las ciudades de la Comunidad de Madrid porque desplaza a las especies autóctonas, una molestia para los vecinos y un problema de seguridad por el gran peso de sus nidos en los árboles que en algunos casos pueden superar los 50 kilos de peso. Buscando soluciones para la invasión de cotorras en Móstoles.
Más de 50 estudiantes
Estudiantes de Biología de la URJC han encabezado una iniciativa pionera en la lucha contra las especies invasoras en entornos urbanos. A través de un proyecto de aprendizaje-servicio, han concienciado a la comunidad sobre los impactos de la cotorra argentina en localidades del sur de la región, mientras prestan un valioso servicio al colaborar con autoridades locales en estrategias de control y gestión de esta especie invasora. Más de 50 estudiantes han colaborado estrechamente con el Ayuntamiento de Móstoles y otras autoridades locales para difundir esta preocupante realidad y promover la sensibilización ambiental. Desde la impartición de charlas en institutos hasta la realización de seminarios en centros de mayores y asociaciones, han desplegado una variedad de acciones para combatir esta problemática.
Servicio a la comunidad
Una situación que provoca problemas económicos y medioambientales. han llevado a cabo un exhaustivo censo de la población de cotorras en el municipio de Móstoles, utilizando tecnología innovadora como la plataforma iNaturalist. Este censo proporciona una base crucial para diseñar estrategias efectivas de control y gestión de esta especie invasora. Luis Cayuela, el profesor a cargo del proyecto, resalta que “esta experiencia ha sido tremendamente enriquecedora para los estudiantes, quienes han adquirido conocimientos fundamentales sobre biología de la conservación mientras prestan un valioso servicio a la comunidad”.
En la ciudad de Madrid acaban de finalizar un plan para reducir su número que ha conseguido pasar en dos años de 13.000 aves a 10.000 lo que supone una reducción del 30%. El sur de Madrid es una de las zonas más afectadas por la invasión de esta ave.
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