El factor hereditario, clave en el diagnóstico precoz. Cita formativa para hablar de cáncer de próstata en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles.

Cada 11 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata el tumor más común entre los hombres y con alta tasa de curación si se detecta a tiempo. La prueba de detección precoz consiste en un tacto rectal y un análisis de sangre para medir el nivel de PSA (antígeno prostático específico), lo que permite establecer un seguimiento personalizado. El conocimiento del factor hereditario está transformando el diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata, según destacaron los especialistas participantes en la jornada «Cáncer de vejiga y cáncer de próstata metastásico: Tendiendo puentes», recientemente organizada por el Hospital Universitario Rey Juan Carlos. Cita formativa para hablar de cáncer de próstata en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles.

Cita formativa para hablar de cáncer de próstata en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles

Modelo más preventivo, preciso y personalizado

Durante esta cita formativa, los profesionales señalaron el test genómico en línea germinal como una herramienta clave para personalizar la terapia y detectar mutaciones agresivas en fases tempranas. «El componente genético es crucial para el diagnóstico precoz y la personalización del tratamiento, además de abrir nuevas posibilidades de cribado para pacientes y sus familiares», explica la Dra. Helena Gimbernart Díaz, especialista del Servicio de Urología del hospital mostoleño y una de las ponentes de este encuentro. Este test no solo identifica mutaciones en pacientes con antecedentes familiares de cáncer, sino que también redefine decisiones clave sobre el tratamiento, como la necesidad de vigilancia activa. El cáncer de próstata avanza hacia un modelo más preventivo, preciso y personalizado, donde el factor genético juega un papel clave. En este sentido, la integración de los avances genéticos y la medicina personalizada está abriendo nuevas fronteras en la oncología, mejorando tanto el tratamiento como la prevención.

El cáncer de vejiga musculoinfiltrante tiene como tratamiento principal la quimioterapia neoadyuvante (si el paciente puede recibirla), seguido de cistectomía radica; y últimamente está tomando más relevancia otra opción terapéutica que pretende preservar la vejiga (evitando la cistectomía), que es el tratamiento trimodal con resección transuretral máxima, seguido de quimioradioterapia con intención radical. Según la Dra. Pilar Samper Ots, jefa del Servicio de Oncología Radioterápica del Rey Juan Carlos y organizadora de la jornada, «la clave es seleccionar a los pacientes que se beneficiarán del tratamiento conservador, lo que no solo mejora su calidad de vida, sino que también es más eficiente desde el punto de vista sanitario».

Una nueva cita médica en el Hospital Rey Juan Carlos para conocer más sobre los últimos avances en diversas patologías.

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