Cuidando nuestros sueños en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles

Cuidando nuestros sueños en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles

El 42% de los adultos presenta algún tipo de patología. Cuidando nuestros sueños en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles.

Dormir es una necesidad. Dormir ayuda a pensar con más claridad, a tener mejores reflejos y a concentrarse mejor. La falta de sueño aumenta el riesgo de padecer obesidad, enfermedades del corazón e infecciones. Durante la noche, la frecuencia cardíaca, la frecuencia de respiración y la presión arterial suben y bajan, un proceso que puede ser importante para la salud cardiovascular. Mientras duerme, el cuerpo libera hormonas que ayudan a reparar las células y a controlar el uso de la energía que hace el cuerpo. Estos cambios hormonales pueden afectar su peso corporal. Dormir bien nos hace estar más sanos, protege el corazón, reduca la depresión, mejora la memoria, incrementa la creatividad, ayuda a cuidar el peso e incrementa la creatividad. Más de la mitad de los españoles no duermen bien, así lo pone de manifiesto una encuesta de la Sociedad Española de Sueño. El 58 por ciento de los españoles duerme mal y hasta un 13 por ciento no descansa nada. Los españoles dormimos una media de 6,8 horas entre semana, siendo entre 7 y 9 horas lo recomendado por los expertos. Además, 7 de cada 10, nos despertamos al menos una vez por la noche. Este problema también se detecta entre la población infantil, de la que, al menos, un 20 por ciento sufre algún trastorno del sueño. Es práctica común recuperar horas de descanso el fin de semana y solo 3 de cada 10 considera que tiene un sueño excelente. Cuidando nuestros sueños en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles.

Cuidando nuestros sueños en el Hospital Rey Juan Carlos de MóstolesAtención Médica

Según el Hospital Rey Juan Carlos alrededor del 42 por ciento de los adultos presenta algún tipo de patología de sueño; es decir, dificultad para quedarse dormido o para mantenerse despierto durante el día, o algún otro problema durante el descanso. Algunas de las patologías de sueño más frecuentes en nuestro entorno son el insomnio, la apnea obstructiva de sueño y el síndrome de piernas inquietas. “Si se presentan síntomas que puedan sugerir estas patologías, se debe buscar atención médica para diagnosticarlo y tratarlo adecuadamente, y nunca recurrir a la automedicación, que puede conllevar efectos nocivos sobre nuestra salud”, advierte el Dr. Miguel Pintor, especialista del Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital Universitario Rey Juan Carlos.

Cuidando nuestros sueños en el Hospital Rey Juan Carlos de MóstolesDesde el Servicio de Neurofisiología Clínica del hospital mostoleño proponen diez medidas de higiene del descanso para tener un sueño saludable:

  1. Mantener un horario fijo para acostarse y levantarse, incluidos fines de semana y vacaciones.
  2. Permanecer en la cama el tiempo suficiente, adaptándolo a las necesidades reales de sueño.
  3. Evitar la siesta. En casos concretos, se puede permitir una siesta después de comer, con una duración no mayor de 30 minutos.
  4. Evitar las bebidas que contienen cafeína y teína. Tomadas por la tarde alteran el sueño, incluso en personas que no lo perciben.
  5. El alcohol y el tabaco, además de perjudicar la salud, perjudican el sueño y, en este sentido, se debe evitar su consumo varias horas antes de dormir.
  6. Realizar ejercicio regularmente, durante al menos una hora al día, con luz solar, preferentemente por la mañana o primera hora de la tarde, y siempre al menos tres horas antes de ir a dormir.
  7. En la medida de lo posible, mantener el dormitorio a una temperatura agradable y con unos niveles mínimos de luz y ruido.
  8. El hambre y las comidas copiosas pueden alterar el sueño. Evitar acostarse hasta que hayan pasado dos horas después de la cena.
  9. Evitar realizar ejercicios intensos o utilizar dispositivos electrónicos con pantallas (TV, ordenador, móvil, tabletas) en las dos horas previas al sueño nocturno.
  10. Pasar tiempo al aire libre y disfrutar de la luz solar.

El sueño está compuesto por ciclos que tienen diferentes fases, todas ellas importantes y que van cambiando a lo largo de la noche: el sueño REM y no REM, dentro del cual hay que distinguir entre sueño superficial y profundo.

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