Nuestra cabeza sigue siendo algo anómalo a día de hoy en muchas ocasiones. Hoy en la consulta del fisio: la capacidad cerebral
Todavía sigue siendo una incógnita cuáles son las capacidades que los humanos podemos llegar a desarrollar y cómo las hemos desarrollado a lo largo de millones de años con respecto a nuestros parientes más cercanos, los primates. La inteligencia que muchas veces nos distingue, podría venir de millones de años de evolución, pero cómo desarrollarla al máximo es ahora un tema de estudio.
Un primate tiene un volumen cefálico de 316,7 cm cúbicos, y comparado con un humano de 1251,8 cm cúbicos, aunque sea una gran diferencia, no acaba ahí. Hay que saber que tiene que existir una relación entre la masa encefálica y el cuerpo, y que aunque el cerebro constituya un 2% de nuestro cuerpo, consume la misma energía que todo el sistema musculoesquelético junto.
La inteligencia o la memoria es un proceso evolutivo que ahora se intenta descifrar, aunque los humanos somos más inteligentes que un elefante, ellos pueden acordarse durante más de veinticinco años donde había agua. Al igual que su cerebro, el nuestro también evolucionó.
Estudiar el proceso por el cual podemos prestar atención o recordar, son relativamente actuales, aunque el cambio de paradigma viniera descrito por Darwin en su teoría de la evolución, él no tuvo en cuenta que el cerebro humano se diferencia un 1,23% de los grandes primates. Por consiguiente, aunque evolutivamente seamos parientes, tenemos capacidades evolutivas diferentes. Muchas teorías apuntan a que la mimetización, sumada a los estímulos externos, es lo que hizo desarrollar todas estas capacidades.
La capacidad de los estímulos
Los estímulos externos e internos hicieron que después de millones de años podamos tratar patologías o buscar respuestas, y que a día de hoy son teorías. Hemos evolucionado en áreas cerebrales como por ejemplo el neocórtex, en detrimento del olfato y vista respecto a nuestros familiares, los primates. Muchos de ellos saben que fruta está más sabrosa a simple vista, o incluso a través del olfato saben si están psicológicamente alterados.
Hemos ganado en funciones superiores, y por esta tercera razón nuestra masa encefálica aumentó, pero no genéricamente, sino en áreas temporales y parietales. El estudio de estas capacidades y de cómo desarrollarlas está en proceso de convertirse en en uno de los grandes avances de este siglo. Mientras tanto, el trabajo de fisioterapeutas, psicólogos y médicos, es el de prevenir o tratar enfermedades como por ejemplo el Alzheimer.
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Firmado: Enrique Santos Escudero.
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