Los aceites y las colonias llevan acompañándonos desde tiempos inmemoriales. Hoy en la consulta del fisio: perfumes y las propiedades medicinales
Todas las civilizaciones: Mesopotamia, Egipto, Grecia, e incluso Roma, atribuían a las colonias poderes curativos contra muchas enfermedades de la época. Hasta tal punto, Napoleón en su destierro del año 1815 pidió que no le faltaran ninguna de estos brebajes especiales del siglo XIX.
En Navidad, una colonia es un regalo que mucha gente espera. A diferencia de hace un par de siglos, el agua de colonia se vendía en las farmacias ya que se le atribuían grandes propiedades medicinales. Si bien el agua de rosas o alcohol de romero siguen vendiéndose en todos los boticarios, ya que tienen propiedades antiinflamatorias, hace un siglo afirmaban curar muchas enfermedades crónicas como el mal de los huesos. También llamada osteoporosis, era un remedio para ella, o eso pensaban.
Si bien esta idea es en parte cierta, goza de gran superchería, ya que el agua de colonia no tiene propiedades para curar ninguna enfermedad por ponérsela, pero si goza de un antecedente sólido de curación. En la peste del siglo XVII los médicos italianos improvisaron una máscara con un gran pico, en las que dentro ponían grandes cantidades de ramas de plantas aromáticas que también hacían en aceites esenciales.
El tiempo, por un lado, les dio la razón, ya que los aceites esenciales activaban el sistema inmunitario y protegieron a la población contra la peste negra que azotó Europa en el siglo XVII. Esta idea del agua de colonia superó la evidencia científica de los médici italianos del siglo XV y se convirtió en furor.
El desarrollo de los aceites esenciales
Hasta tal punto fue, que Napoleón en 1815, en su destierro a la isla de Santa Elena, pidió ingentes cantidades de agua de colonia, libros y otros enseres. No fue por coquetería, ya que se le atribuían ingentes cualidades curativas.
El uso de los aromas tiene su origen en las primeras civilizaciones: ya en la edad de piedra hay vestigios de quemar maderas con olores agradables para agradar a divinidades, o la misma Cleopatra, que confiaba en el poder curativo de ciertos olores que potenciaban incluso la buena suerte o prevenían enfermedades.
En la actualidad, los aceites esenciales y cierto tipo de aromas tienen efectos beneficiosos en la salud ya que calma las ansiedades y mejora el estado anímico, incluso en los niños. Hoy en día todos sabemos que la lavanda tiene efectos relajantes o los cítricos estimulantes.
Los aceites esenciales son el líquido que se extrae mediante la prensión o vaporización de las plantas y son el compuesto principal de las colonias, que tienen un uso completamente distinto. El uso de colonias se basa en el gusto de cada persona a la hora de elegir su fragancia favorita.
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Firmado: Enrique Santos Escudero.
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