Aumentan las quejas por el trazado. Más problemas para los conductores de Móstoles con las obras de la A-5: piden reducir la velocidad
Uno de los grandes obstáculos con los que están lidiando los vecinos de Móstoles desde principios de este año 2025 tiene que ver con el soterramiento de la A-5. Las obras iniciaron en el mes de enero. Unos trabajos que están siendo un calvario para miles de mostoleños que necesitan ir a la capital a hacer sus quehaceres particulares. Estos ven que viajar por carretera es un suplicio ante los atascos, desvíos y trazados de alta complejidad. Otros apuestan directamente por el transporte público. Sin embargo, las quejas han sido varias por las aglomeraciones y también por la llegada de los autobuses únicamente hasta Cuatro Vientos.
No obstante, no son los únicos motivos de queja que ha habido por parte de los conductores de Móstoles y del resto de la zona que necesitan viajar por esta vía. En concreto, hay un factor que tiene que ver con el estado del asfalto y el cual puede poner en riesgo, en cierto modo, la seguridad de todos. Primero se hablaba de las curvas cerradas. Estas podían significar un problema grande para aquellos que las cogiesen a una velocidad elevada. Sin embargo, la cosa no se queda ahí, ya que también hay quejas sobre las cuestas que se han ido produciendo con los avances de las obras.
Los vecinos piden reducir la velocidad
El estado de la vía durante las obras para muchos se ha convertido en algo de riesgo para los conductores. De hecho, se ha hablado sobre lo que puede implicar que se mantenga una velocidad de 50 km/h. Esto siempre que la calzada se mantenga con estas imperfecciones. «Si ya eran molestas las curvas… ahora hay cuestas. Los que pasamos por ahí cada día sufrimos por la seguridad. Hay vehículos que llegan a mucha velocidad» denuncian algunos vecinos de la zona.
Unas cuestas que se suman a las curvas cerradas y también a los desvíos que han provocado que conducir por la A-5 se haya convertido en una yincana y un verdadero reto. Con el fin de poder ayudar a contribuir a una mayor seguridad para los conductores, se reduzca la velocidad en el tramo pasando de 50 km/h a 30 km/h. Eso sí, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad ha descartado la medida porque los «responsables de seguridad y salud del trabajo en la obra entienden que la actual es una velocidad adecuada y compatible con las medidas de seguridad».
Eso sí, hay fecha para que la situación cambie de forma drástica, ya que el delegado ha confirmado cuándo acabarán esas nuevas cuestas: «Esos cambios de rasante desaparecerán casi en su totalidad a principio de año porque ya estará pasado todo el tráfico al otro sentido. Sí seguirá la restricción de tráfico de cuatro a dos carriles en cada uno de los sentidos, pero ya no tendremos esos desvíos tan pronunciados y las condiciones de seguridad van a mejorar, sin ninguna duda».
Fotografía principal: Aitor Bris.
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