¿Quién anda ahí? Móstoles: Carnaval

¿Quién anda ahí? Móstoles: Carnaval

Nueva columna semanal sobre una de las festividades con más historia en el municipio. ¿Quién anda ahí? Móstoles: Carnaval

Estas tardes de finales de Febrero parecen la antesala de la primavera. La luz permanece más tiempo entre nosotros y el clima se mantiene agradablemente fresco. En este ambiente, el fin de semana pasado comenzaron las Fiestas de Carnaval en la villa, con la celebración de la XXVI edición del tradicional Concurso de Agrupaciones Carnavalescas en el teatro del Centro Cultural Villa de Móstoles, presentado este año por el reconocido Pepe El Caja, chirigotero presentador del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (COAC). La peña El Soniquete resultó vencedora este año con su actuación humorística y satírica Que nos quiten lo juzgaó. El público en el teatro, que agotó las entradas, y en la Plaza de la Cultura, donde se instaló una pantalla gigante para transmitir el certamen, pudo disfrutar de las divertidas y originales actuaciones de las comparsas.

Por la mañana, se había celebrado el Certamen Infantil de las Agrupaciones Carnavalescas, presentado por el Mago Murphy. Un certamen que despertó las risas y aplausos de los espectadores, trayendo el espíritu alegre a un fin de semana coronado con las actuaciones de las agrupaciones carnavalescas callejeras en diversos puntos de la ciudad.

Con este preámbulo, este fin de semana continúa la Fiesta de Carnaval en Móstoles. Lo más seguro sea, querido lector, que estés disfrutando ya de los momentos previos al Gran Desfile de Carnaval en lugar de leer estas líneas que acaban de publicarse. Así debe ser y lo celebro; estas líneas podrás leerlas en un momento de calma, pero las emociones del Desfile y la vida que, con toda seguridad, ya ha comenzado a rezumar en tu espíritu festivo, podrás sentirlas solo en esos instantes únicos colmados de sorpresas palpitantes, belleza y emotividad a flor de piel.

Ahora la vida transcurre por ese Gran Desfile de Carnaval, que antes de celebrarse ya ha despertado aplausos con la instalación de una plataforma elevada frente al Centro Comercial Dos de Mayo, para que las personas con movilidad reducida puedan disfrutar del evento, y con la habilitación de un Tramo Azul, sin sonido, destinado a personas con hipersensibilidad acústica.

Tras el desfile, podremos disfrutar de un Baile de Carnaval para toda la familia en la Plaza del Pradillo, que incluirá un espectáculo musical, gratas sorpresas y, como promete el programa, mucho confeti, para dar paso a otro de los grandes momentos del Carnaval: el Pregón, a cargo de Domingo López Menchero, director del periódico deportivo Domingolm. A continuación, proseguirá el Baile de Carnaval hasta las doce de la noche, por lo que entenderé que puedas dejar la lectura de estas líneas para la mañana del domingo, antes de asistir a la Fiesta Infantil de Carnaval, también en la Plaza del Pradillo.

El Carnaval trae aires de primavera y nos permite airearnos y disfrutar de un merecido asueto con la familia y entre amigos y conciudadanos. Se trata de una celebración de origen religioso y pagano, relacionado con la Cuaresma, los cuarenta días de preparación espiritual antes de la Pascua. En verdad, su origen es inicial y netamente pagano, también relacionado con la fiesta de Baco y otras fiestas romanas como las Saturnales. Su nombre, de hecho, procede del latín carnem levare (quitar la carne), que alude a una despedida de los placeres procurando no privarse de ellos y buscando la satisfacción del cuerpo y los sentidos en las fiestas Saturnales de la antigua Roma, celebradas en honor al dios Saturno, padre de Júpiter, donde casi todo estaba permitido y sus participantes ocultaban el rostro con antifaces y disfraces para salvaguardar su reputación.

Por tanto, aunque es una fiesta asociada al cristianismo, sus orígenes son anteriores a esta religión. De hecho, también hay registros que datan cinco mil años atrás el verdadero origen del carnaval, en las poblaciones sumerias, que expulsaban a los malos espíritus de las cosechas con una gran fiesta, y en los pueblos egipcios, que ofrecían estos días a Apis, el dios asociado a la fertilidad.

A diferencia de carnavales como el de Venecia o Brasil, el carnaval en España es una fiesta para todas las edades y en las que todos pueden disfrutar mucho con muy poco. Una peculiaridad que me agrada porque nos acerca más a los demás, hace más gratificantes los momentos vividos, a mi modo de ver, y favorece la unión y el encuentro de todos los ciudadanos. Móstoles es una buena muestra de ello, solo hay que visualizar su programa festivo para percatarse de ello enseguida, pero si sales a la calle a disfrutar de cada uno de los eventos y del ambiente festivo de estos días, gozarás a pleno pulmón de esta sensación de la que hablo y de esta unión con los demás, incluso con los más pequeños, que nos fortalece como pueblo.

Sí, puedes pensar que esto no tiene que ver con la idea primigenia de estas fiestas, que, en su carácter religioso, son la celebración de unos días de fiesta sin control, en los que comer toda la carne posible y disfrutar lo indecible para coger fuerza antes de los días de ayuno y recogimiento, de prohibición de carne y de actividades divertidas, entre otras prohibiciones.

Quizá tenga que ver con la celebración de la vida, con sabernos necesitados de calidez y diversión, de días de esparcimiento, de disfrazarnos con nuestros pequeños alter ego y salir a la calle vestidos de otros que también son nosotros, y sentirnos parte de un colectivo, de un pueblo.

Creo que sí, que las fiestas hablan de esto, de celebrar la vida y de abrirnos a los demás por medio de la diversión y el desenfado, de sacudirnos la gravedad y las preocupaciones durante un buen rato, y salir a la calle a respirar y a disfrutar con las risas y la celebración. Son esos momentos que nos quedan para contar y hacer sonreír a quien nos escuche.

El Carnaval finalizará el próximo miércoles, cinco de marzo, con el entierro de la sardina, recuperado en Móstoles tras una década de ausencia: la parodia de un cortejo fúnebre en el que se despide a una sardina, símbolo del adiós a los placeres y de la tristeza por la llegada de la Cuaresma, que tradicionalmente comienza el día siguiente.

Quizá estas costumbres han quedado para los creyentes y practicantes, pero siguen representando, en mi opinión, los valores tradicionales y, sobre todo, un espíritu alegre y abierto a la fraternidad, un espíritu de valor en alza en los tiempos que corren por nuestras venas no siempre para nuestro bien.

Necesitamos de estos días y de estas celebraciones, de esta calidez entrañable y tradicional, pensemos que necesitamos de todo ello para dar la bienvenida a la primavera, para sustentar la esperanza en los días de dorada luz solar que han de llegar y mantener la fe en la alegría que alboroza nuestro corazón de cuando en cuando, y nos hace reír y disfrutar de la vida y de las personas, no solo de los días.

Necesitamos de esta hermandad que nos fortalece entre risas y sonrisas salpicadas de felicidad. Disfrutad del Carnaval y de las vivencias que trae a la vida para deleite nuestro. La primavera no es solo una estación, ni solo las flores se abren en este tiempo para mostrar belleza alrededor.

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