Nueva columna de fin de semana reflexionando en el municipio. ¿Quién anda ahí? Móstoles: Ciudad del deporte
Un amigo suyo del colegio hablaba con mi hermano y otros compañeros acerca del tiempo que dedicaba a entrenar atletismo en el Polideportivo Estoril II. Todos le ponían atención porque no era común practicar deporte, todo lo más eran las clases de gimnasia que la mayoría detestaban porque había que correr, hacer espalderas y saltar el plinto. Las chicas, sobre todo las de cursos inferiores, le ponían la mayor atención porque era pelirrojo, con pecas, piel blanca y media melena que parecía seda cobriza. Todo en él parecía perfecto, incluso vestido con el chándal era, sin duda, el chico más apuesto del colegio. Mi hermano se apuntó un día al equipo, entrenaban a las cinco de la tarde cada día. Era una actividad novedosa, fuera de todo lo usual en aquella sociedad. Y era mi hermano mayor. Días después me apunté para ir con él a entrenar y así comenzó todo. Mi hermano era velocista, pero abandonó enseguida el equipo. Yo era fondista y estuve once años en el equipo, compitiendo regionalmente y representando al Polideportivo y a Móstoles, junto con el equipo de El Soto, que contaba con pista de tartán para sus entrenamientos mientras que la nuestra era de ceniza. Aquellos años en que el deporte era minoritario, salieron de Móstoles grandes deportistas, principalmente en atletismo y en tenis, sin menospreciar el baloncesto, con el Sport Club a la cabeza, y la natación. Tiempo después, durante el cual el deporte comenzó a cobrar una creciente importancia en la ciudad, sobresalieron Iker Casillas y David Cobeño en fútbol, Diana Martín en atletismo, Javier Fernández, campeón del mundo de patinaje artístico, Rafael Martínez Barrena en gimnasia artística, Ayoub Ghadfa (medallista olímpico) en boxeo y una larga lista de mostoleños que han hecho Historia en el deporte nacional e internacional. El último, Fran Garrigós (medallista olímpico), recibido por el Ayuntamiento de Móstoles tras su logro internacional.
La sociedad de hoy vive para el deporte en su mayoría, los gimnasios han proliferado como templos en un mundo de devotos feligreses. Pareciera que lo anómalo fuera hoy no practicarlo. Desde luego, no hablamos de la misma manera de practicarlo, comenzando por la idea que teníamos de equipo antaño frente al individualismo actual que parece imperar en los gimnasios. Estas consideraciones aparte, los equipos deportistas de Móstoles siguen conquistando grandes logros y la ciudad ha sabido fomentar y facilitar las actividades deportivas. Buena muestra de ello ha sido el reciente nombramiento de nuestra villa como Ciudad Europea del Deporte 2026 por la Asociación Europea de Capitales y Ciudades del Deporte (ACES Europe), asentada en Bruselas. Este nombramiento implica el compromiso de la ciudad en la organización de eventos deportivos y en el desarrollo de políticas deportivas que incluyan a toda la ciudadanía. No es casualidad que David Villa, futbolista internacional, diera el pregón de las Fiestas Patronales de Móstoles este año o que Móstoles acoja estos días el primer Torneo de Pickleball, como tercera prueba del Picke Pro Tour de la Real Federación Española de Tenis, y presiento que el próximo año nos depara relevantes sorpresas deportivas organizadas por el ayuntamiento de nuestro municipio.
La perspectiva de los años nos otorga visiones reflexivas inevitables en forma de comparativa. Contábamos con menos recursos y apoyos en aquellos últimos años del siglo pasado y, sin embargo, ocupábamos puestos importantes en las competiciones de atletismo. Hoy no existe rastro de aquellas hazañas. La pista de atletismo del Club Deportivo Estoril II desapareció entre las cenizas del declive. La pista de tartán del Polideportivo El Soto fue renovada y homologada por la Federación Española de Atletismo para competiciones nacionales y regionales. De alguna manera, hay movimientos que continúan en marcha pese o gracias al devenir del tiempo a través de los años. Hoy estoy escribiendo estas palabras a las seis de la tarde y me agrada pensar que habrá jóvenes comenzando sus entrenamientos de invierno. Solíamos descansar los dos meses de verano para incorporarnos a los entrenamientos en Septiembre. El equipo juntándose de nuevo y relatándose las experiencias del verano mientras dan las primeras vueltas de calentamiento previas al estiramiento y al inicio del entrenamiento. El deporte es sacrificio y es hermandad. No solo es el cuerpo quien se forma sino la mente. Y uno no está solo, sino que forma parte de algo. Ese es el espíritu.
Me gusta pensar que el deporte, en su más sano concepto, corre por las venas de Móstoles. Las carreras populares dan fe de ello como el éxito de deportistas mostoleños en sus correspondientes disciplinas. El impulso recibido este año con el nombramiento de Ciudad Europea del Deporte 2026 conllevará un auge del deporte en Móstoles en diversas disciplinas y quiero creer que abarcará una amplia gama de éstas.
De aquellos tiempos a estos, el deporte es otro de los ámbitos en que nuestra ciudad ha mejorado sustancialmente. Hoy en día todo es más posible y las personas hemos cobrado una conciencia diferente sobre la salud. Quizá un amigo del colegio no tenga tan a mano una pista de atletismo o un club, tal vez no sea algo novedoso que contar a los amigos. Asistir al instituto con el chándal del equipo puede que no sea ya motivo de atención y consideración especiales. Los profesores de gimnasia no pondrán en sus exámenes la prueba de correr mil metros lisos en cuatro minutos para que, con nuestros chándales de equipo, sin nuestras zapatillas de clavos y sin apenas esfuerzo lo hagamos en tres minutos diez y presumamos el rato que podamos. Qué necesaria es la autoafirmación en la adolescencia, ¿verdad? Sonrío al recordar momentos. Hablo de la perspectiva que otorga el tiempo, pero, en ocasiones, éste solo muda nuestra posición. Ya no somos aquellos adolescentes ni aquellos jóvenes y ahora somos adultos, quizá hasta cercanos a la senectud de no ser por la prolongación de la esperanza de vida. Muchos han seguido corriendo y practicando deporte, incluso en el equipo del gobierno municipal hay quien no ha dejado de practicarlo. Hay mayor sensibilización hacia este y otros aspectos cuasi denostados en aquellos años en que todo cambiaba radicalmente a nuestras espaldas. Hoy lo vemos y lo vivimos, y nos alegramos de muchos cambios; nos sentimos orgullosos de la Ciudad Europea del Deporte 2026 en que se ha convertido Móstoles.
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