Duros mensajes recibidos tras ese combate. Amenazan al judoca de Móstoles, Fran Garrigós, tras ser el primer español en ganar a un japonés
La primera medalla para la delegación española en los Juegos Olímpicos de París 2024 llegó de la mano del judoca de Móstoles Fran Garrigós, de 24 años, quien consiguió el bronce tras derrotar al georgiano Sardalashvili. Este logro, que debería ser motivo de celebración y orgullo, ha sido empañado por una serie de amenazas provenientes de Japón, el país de su rival Ryuju Nagayama, a quien Garrigós venció en los cuartos de final.
Las amenazas han surgido en respuesta a la derrota de Nagayama, quien no ocultó su descontento al negar el saludo a Garrigós tras el combate. Las tensiones han escalado hasta tal punto que algunos mensajes instan al judoca español a no regresar a Japón a entrenar, advirtiéndole que no será bien recibido en el país asiático por su deshonor. Esta situación ha generado preocupación en el entorno de Garrigós.
Incomprensible actitud
Además de las amenazas, el desplante de Nagayama ha sido motivo de debate. «Hay que saber perder y hay que ser elegante. ¿Por qué no le ha saludado? Se ha quedado dormido. Fran había venido aquí a competir y a ganar«, comentó una fuente cercana a Garrigós. Este comentario resalta la incomprensible actitud del judoca japonés, quien, por su parte, justificó su acción afirmando que Garrigós continuó aplicando una estrangulación cuando el árbitro ya había detenido el combate. Sin embargo, Garrigós ha expresado no entender estas acusaciones: «El árbitro había dado mate y yo seguí sin darme cuenta por el ruido, hasta que se acercó y le solté, pero quedarse dormido en el tatami supone que la victoria es para el rival. Ha sido así siempre y las reglas son las mismas para todos«, concluyó.
En medio de esta polémica, Garrigós se mantiene centrado en su carrera y en celebrar su medalla olímpica, aunque las amenazas han añadido una carga emocional adicional a su triunfo. Esta situación subraya las tensiones que pueden surgir en el ámbito deportivo internacional, donde la rivalidad y las emociones fuertes a veces trascienden el tatami, afectando tanto a los atletas como a sus seguidores. «Le han llegado mensajes desagradables, algo que no entiendo. Creo que no tienen razón y voy a defender a Fran a muerte«, desveló después a los medios de comunicación su entrenador Quino Ruiz.
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