“Cartografía Anónima” se podrá ver hasta el 26 de febrero. La fugacidad del paisaje capturada en una nueva exposición en Móstoles.
El siglo XX fue el siglo de las ciudades. Cada vez más gente dejó el mundo rural para buscar su futuro en unos entornos de hormigón que ofrecían oportunidades y una vida diferente. Las ciudades no dejaban de crecer, de ganar población y también ir ocupando más territorio. Ya en el último tercio del siglo empezó a surgir ese concepto de corona metropolitana. Es decir, las grandes ciudades habían crecido mucho y ahora trasladaban parte de su influencia en cuanto a población y crecimiento a los pueblos más cercanos que vivieron un boom demográfico y se transformaron en grandes ciudades. De eso sabemos mucho en la zona sur de la Comunidad de Madrid porque así crecieron Móstoles, Alcorcón, Fuenlabrada, Leganés y Getafe. Ya en los albores del siglo XXI estas ciudades han dado el siguiente paso para buscar soluciones a los problemas de movilidad, nuevos recursos que ofrezcan mejores servicios y más suelo para crear y generar nuevos barrios, zonas industriales, equipamientos educaciones, médicos o deportivos. Todo eso ha conllevado cambios en la fisonomía del terreno, de los espacios y del paisaje. En todo esto pone el foco “Cartografía Anónima” la exposición de Yuri Pol en el CSC El Soto. La fugacidad del paisaje capturada en una nueva exposición en Móstoles.
El antes y el después
Este proyecto de documentación fotográfica de lugares en constante transformación recoge las imágenes singulares que ofrecen las zonas periféricas antes de ser integradas en la estandarización de las ciudades, como forma de capturar la diversidad y la fugacidad del paisaje. La exposición, apoyándose en las nuevas tecnologías, nos ofrece una visión muy interesante de un antes y un después. Los espectadores podrán ver las transformaciones del paisaje en vivo y en directo. El antes lo tendremos en la exposición pero, además, las fotografías incluyen en sus respectivas cartelas las coordenadas de su localización, así como un código QR que puede ser escaneado mediante un teléfono móvil, para situarse virtualmente a pie de calle en el lugar donde fueron tomadas, y redescubrir así, a través de una vista panorámica interactiva de 360°, el aspecto actual del entorno.
Una exposición para reflexionar sobre las modificaciones que llevamos a cabo en nuestro entorno y cómo influimos en el terreno. También para curiosos que les gusta analizar estos cambios. La exposición estará hasta el 26 de febrero en CSC El Soto.
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