Los chicos de Ángel Sáiz ganan la Liga, ascienden a Preferente y se hacen con la Copa tras derrotar a rivales de categorías superiores. La temporada perfecta de La Villa de Móstoles: lo gana todo en un año de ensueño
El fútbol sala de Móstoles está de enhorabuena. Y no solo porque el Ciudad de Móstoles, el club de mayor entidad del municipio, esté en plenos ‘playoffs’ de ascenso para regresar a la Segunda División del deporte a nivel nacional. También porque La Villa de Móstoles, entidad con mucha solera en el fútbol sala de la ciudad, acaba de completar una temporada histórica… en el año en el que el club ha vuelto a competir en categoría sénior, tras una larga ausencia.
A ella han regresado este curso de la mano de Ángel Sáiz, un técnico de más que contrastada experiencia en el fútbol sala nacional. Es más, además de a los ‘villanos’, también entrena en la Primera División RFEF femenina, la categoría más alta del deporte a nivel de chicas en toda España. Es más, en esta pasada campaña, el preparador consiguió completar la dificilísima tarea de salvar al Rayo Majadahonda del descenso a Segunda División. El próximo curso, dirigirá al Club Deportivo Leganés femenino, también en la élite. Antes, ya dirigió a los chicos del ‘Lega’, a los que ascendió dos categorías, desde Tercera a Segunda División, en cuestión de cinco temporadas. Entretanto, Sáiz también pasó por otros equipos, como el Kettal Fuenlabrada, el extinto PSG Móstoles, el Alcorcón (tanto masculino como femenino) o el Fútbol Sala Femenino Móstoles, con el que ganó incluso una Liga en Primera División.
La mano de Ángel Sáiz
Hace dos campañas, Sáiz asumió el reto de dirigir al juvenil de La Villa. El entrenador llevaba muchos años sin ponerse a los mandos de un equipo de la base, pero, el pasado curso, ascendió a los ‘villanos’ a Juvenil Preferente, la segunda división más alta de la Comunidad de Madrid. Muchos de sus chicos, eso sí, estaban en su último año de juveniles, por lo que desde el club tomaron la decisión de sacar un equipo sénior, con Sáiz a los mandos. Y, pese a la falta de experiencia, el conjunto mostoleño ha cerrado un año perfecto.
Por un lado, lo ha hecho cuajando una sensacional temporada regular, en la que los villanos no han dejado de pisar el acelerador desde la primera jornada de Liga en Primera Regional. Es más, no les pesó ni un poco ni la inexperiencia ni el hecho de que la mayoría del equipo debutara en sénior. Desde muy pronto, La Villa, que solo perdió un encuentro en toda la fase regular, se metió en la pelea por el ascenso a Preferente, división inmediatamente superior, y a la que ha terminado subiendo. En la fase de ascenso, además, su rendimiento ha sido excelente, con catorce triunfos en otros tantos partidos, 101 goles a favor y 51 en contra. Guarismos insuperables.
Una Copa para la historia
Aunque la proeza mayor todavía estaba por llegar. Porque, entretanto, llegaba también la Copa Sénior, que se disputa entre 94 clubes de Primera Regional, Preferente y Primera RFFM, la categoría que está justo por debajo de Tercera División y que, por tanto, está dos divisiones por encima de la liga en la que compite La Villa. Es más, el cuadro mostoleño tuvo que jugar la Copa desde su fase previa, en la que se deshizo del Artilleros Moratalaz C, de Preferente.
Aunque, tras ello, los villanos, casi sin darse cuenta, siguieron pasando rondas y dejando por el camino a rivales de divisiones superiores. Hasta que se plantaron en la fase final, en la que también estaban Ciudad de Torrejón C, primer clasificado de su grupo en Preferente; y Artilleros B y Chamberí, de Primera RFFM. Es más, Chamberí acaba de certificar su ascenso a Tercera, categoría que, por tanto, se encuentra tres divisiones por encima de la Primera Regional en la que La Villa ha competido este curso.
Aunque, en esa ‘final-four’ de la Copa, disputada este pasado fin de semana en San Martín de La Vega, a La Villa no le pudo la presión ni los complejos. Primero, golearon por 9-4 a Ciudad de Torrejón en semifinales; antes de tener que vérselas con Chamberí en la gran final. Y, en ella, y pese al estatus de Chamberí, que tiene futbolistas con experiencia incluso en Segunda B, los ‘villanos’ soñaron con fuerza y vencieron por 6-5, consiguiendo un éxito histórico tanto para el club como para la ciudad de Móstoles.
Proeza mayúscula, así las cosas, la completada en este curso por Ángel Sáiz y sus chicos, que han formado un bloque sólido y de lo más eficaz. Un equipo armado desde la portería por Carlos Merino, y fundamentado en la calidad y las ganas de Javi Sánchez, Danilo, Ayman Slimani, Mario Maravillas, Adrián Huete, Iván Aguilera, Mario Cachimbas y el gran capitán, ‘Pichón’. Además, eso sí, de los juveniles que han aportado su granito de arena durante el curso, como Naim, Juni o el portero Manuel. Ellos, de la mano de Sáiz y de su ‘escudero’, Hamed Hakami, han formado un equipo de ensueño, que no le ha puesto límites a su ilusión para cerrar un curso perfecto.
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