En la localidad de Casarrubios e impulsado por Air City Madrid Sur. Móstoles y el sur de Madrid pendientes de los pasos del segundo aeropuerto de Madrid.
Desde hace más de año y medio venimos hablando de que el segundo aeropuerto de Madrid se está poco a poco gestando y en todo el suroeste madrileño tienen que estar muy pendientes. Porque esta nueva infraestructura va a ser un polo importante de toda la zona si finalmente se hace realidad. En octubre de 2018 Air City Madrid Sur impulsaba el segundo aeropuerto de la zona centro de la Península. Un segundo aeropuerto para Madrid que se construirá sobre la ampliación del actual aeródromo de Casarrubios del Monte – El Álamo. está situado a 30 kilómetros al suroeste de Madrid, compartiendo suelo entre las comunidades de Madrid y Castilla-La Mancha. Y es que este segundo aeropuerto ocuparía suelo de Casarrubios, El Álamo y Navalcarnero. Nace con el objetivo de ser un complemento del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y con la intención de responder al aumento del tráfico aéreo. La ubicación de Air City Madrid Sur es muy positiva. A tan solo 30 kilómetros de la ciudad y con una red de carreteras en su entorno como la A5, la R-5 o los accesos a la M-50 y la M-40. También a la A- 42 (Carretera de Toledo) y la A-4 (Carretera de Andalucía) a través de la CM-41 (Autovía de La Sagra). Con grandes ciudades en línea recta hasta la capital como Móstoles o Alcorcón. Se construirá sobre el actual aeródromo. Será una infraestructura dedicada a la aviación general con 25.000 metros cuadrados de hangares y 70.000 operaciones al año. Se esperan unos 300 aviones residentes, 50 empresas de servicio aéreos y unos 3.000 usuarios. Contará con una pista principal de 3.200 metros y una secundaria de 1.500. Terminal de 15.000 metros cuadrados en su primera fase y 50.000 metros cuadrados de superficie. El proyecto no para. Sigue dando pasos poco a poco. Móstoles y el sur de Madrid pendientes de los pasos del segundo aeropuerto de Madrid.
Visita empresarial
Esta semana una comitiva de empresarios de la Comunidad de Madrid y de la provincia de Toledo encabezadas por sus líderes patronales, Miguel Garrido de la Cierva (CEIM) y Javier de Antonio (Fedeto), han visitado las instalaciones del aeródromo de Casarrubios para comprobar su potencial en su objetivo de convertirse el segundo aeropuerto de Madrid. En una visita en la que han estado guiados por Javier Ruedas, consejero delegado de Air City Madrid Sur, empresa propietaria de la infraestructura, los empresarios han recorrido las instalaciones de un aeródromo ubicado en la provincia de Toledo, pero en la frontera con la comunidad madrileña.
Ha sido el propio Ruedas, en declaraciones a Europa Press, quien ha recordado que España es el único país moderno en cuya capital hay un único aeropuerto, como es el caso del Adolfo Suárez Madrid-Barajas; mientras que otras capitales europeas presentan más opciones “Londres cuenta con seis aeropuertos y París tiene cuatro desde los que se puede viajar a más de ochocientos y seiscientos destinos respectivamente.” Este es uno de los principales argumentos para impulsar este nuevo aeropuerto. Además, Ruedas advertía de la repercusión económica para la Comunidad de Madrid “El potencial de este segundo aeropuerto para Madrid es indiscutible. La Comunidad de Madrid lo valoró en torno a un 2% del PIB de la región cuando analizó el estudio que le presentamos en 2018, y está previsto que se creen un total de 40.000 empleos gracias a la infraestructura aeroportuaria que supondría».
En cuatro años
No es la primera vez que se tantea esta zona para una infraestructura de esta índole. Ya se analizó a finales de los ´70 “Estaríamos hablando de ampliar una estructura que lleva funcionando desde el año 92 para convertirlo en el segundo aeropuerto de Madrid. Y, desde una perspectiva de idoneidad, les aseguro que, por todos los estudios que hemos hecho, no existe alternativa mejor que ésta” explicaba Javier Ruedas.
Una vez que se apruebe el plan maestro, el aeropuerto estará operativo en los próximos cuatro años. Cuenta con una previsión de diez millones de pasajeros en sus primeros diez años, y una oferta de entre cuarenta y sesenta destinos nuevos. A esto habría que sumar la creación de casi 63.000 puestos de trabajo entre empleo directo, indirecto e inducidos y una inversión de 2.500 millones de euros.
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